BRASILEÑOS EN LOTA

Todos sabemos que historicamente el mejor fútbol del mundo es el brasileño, mal que mal son pentacampeones mundiales y al día de hoy son los principales candidatos a ser nuevamente campeones mundiales.

En nuestro país, también hemos recibido la embajada carioca y nuestro club ha tenido en sus filas algunos representantes del país del samba. Es más, en algún moemtno de enero de este año, se habló de la posibilidad de contratar al volante ofensivo "Nené", pero parece la operación no fructificó.

Pocos brasileños vistieron la casaca minera. Los primeros en llegar fueron: Mario Baesso en 1977 puntero derecho venía del Portuguesa de Venezuela que había jugado Copa Libertadores del año anterior. Rubio, se le denominó como "flecha" por su rapidez, para quienes lo vimos jugar, salvo Héctor Puebla, no recordamos jugador más rápido que él, en términos concretos un Jugadorazo, luego deambuló en otros equipos nacionales sin deslumbrar como lo hizo acá.

Ese mismo año de 1977 llegó junto con Baesso, un negrito llamado Geraldo de Campos, todos decían que en su aspecto era igualito a Pelé. Desde el plano futbolístico, muy hábil con el balón, era un verdadero show verlo jugar, y él jugaba para la galería, sus gambetas eran notables, recordamos que en el Federico Schwager jugando contra Huachipato y rodeado de cinco defensores de la Usina, él estando al medio les hacía rebotar la pelota en las piernas para que no se la quitaran, para luego con un tunel dejar a los cinco fuera de posición, que vino después una falta por detrás, tiro libre y gol de Carlos Linarís y triunfo de Lota, una inmensa jugada que talvés estas líneas no llenen lo que fue en la realidad.

Terminada la campaña de 1977, Geraldo de Campos se fue de vacaciones para volver al club al año siguiente, No obstante, ese verano trágico un accidente automovilístico en Sao Paulo le truncó su carrera, lamentablemente quedó parapléjico. En nuestro recuerdo quedaron sus dribling y gambetas.

Dos años después en 1979, llega un volante de Creación llamado Marco Lourenco Diaz "Marcos", muy fino para jugar, corría lo necesario y explotaba la velocidad de Manuel Rivadeneira y Héctor Puebla, a decir de Pedro Carcuro en un partido de Lota trnsmitido por Televisión Nacional, señalaba que los misiles de Lota (Puebla y Rivadeneira) eran alimentados por el señor del fútbol que venía del Brasil. Estuvo un sólo año y luego se fue de Chile.

No será hasta el año 1994 que aparecerá Sibaldo Da Silva, jugador que aparece en la foto, especie de puntero derecho, debutó contra Melipilla en Santiago y algo hizo, luego estuvo en un par de partidos, no hizo mucho, poco habil con el balón, para luego irse sin pena ni gloria.

El año 2004 aparece un jóven y humilde Lemuel Da Silva de trotecito corto, este volante nunca tuvo la sensación, creemos nosotros, de querer ganarse la titularidad, habilidad tenía pero no se creía el cuento, sus goles de media distancia, especialmente frente a Fernández Vial, demostraban que podía haber dado mucho más, en fin esperamos que encuentre un equipo donde pueda rendir lo que el sabe.

Ahora a esperar las novedades que nos depara el futuro talvés mas cerca que lejos otro brasileño nos deleitará con el fútbol del samba.